¡ENHORABUENA! ¡HAS ENCONTRADO EL GEOCACHÉ DEL PASADIZO DE LA CALLE ENMEDIO DE ABLITAS!
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Hubo un tiempo en el que el pueblo estaba amurallado y había ciertos accesos o portales por los que se podía entrar a la población.
Estos pasos estaban originalmente cerrados con portones que se cerraban de noche para proteger a los habitantes de las viviendas del pueblo amurallado del resto de zonas extramuros, las más cercanas al monte, como este pasadizo que comunica con el barrio de San Miguel, u otros que daban acceso a los campos más allá del rio.
De aquel tiempo de murallas y portales nos ha quedado en Ablitas el nombre de la plaza del Portal de la Concepción, por estar junto al antiguo portal al que daba nombre la desaparecida basílica de la Concepción, sita extramuros, y algunos pasadizos como este de la calle Enmedio.
En Ablitas existieron 3 puertas principales:
El portal carra Barillas y Malón, hacia las eras altas, sito junto a basílica de la Concepción.
El portal carra Tudela y Cascante, sito junto a la Plaza.
El portal carra Ribaforada y Borja, hacia las eras bajas, sito en la zona de la Vicera, tras la iglesia.
Existían también otras puertas menores, como el posteguillo, que da nombre a la calle que sube de la iglesia al Castillo, y que en su día albergó una puerta que comunicaba el pueblo con el recinto amurallado del Castillo.
La seguridad de la muralla
Los accesos al recinto amurallado se cerraban a cierta hora del día, garantizando la seguridad de quienes estaban dentro de ella.
Esto mismo ocurría en la mayoría de poblaciones. De esta época amurallada nos quedan todavía expresiones como «estar en la luna de Valencia», que se utiliza para referirse a una persona despistada y que tiene su origen en las puertas de acceso a la ciudad de Valencia y que algunas personas, por su despiste, se quedaron fuera de la muralla, teniendo que pasar la noche en vela, bajo «la luna».
¿Cuántos pasadizos o porches existen hoy en Ablitas?
De acceso público y abierto, con un tramo bajo la estructura de una casa, como este, quedan 3:
Calle Enmedio 22: Une la calle Enmedio con la calle San Miguel.
Calle Caracoles 9: Antiguamente unía la calle Caracoles con la calle Cuevas de San Miguel. Actualmente no tiene salida ya que las casas que atravesaba este pasadizo se hundieron a finales del siglo XX y se perdió el acceso.
Calle Subida al Castillo 12: Une la calle Subida al Castillo con la calle Cuevas de San Miguel.
Existen otros pasadizos o pasos públicos que tienen puertas en su acceso y pasan más desapercibidos que los anteriores, como el existente entre la calle Nueva del Río y la calle Mayor o el existente entre la calle Torales y la carretera de Ribaforada.
OTRAS VISITAS DE INTERÉS EN LA ZONA
Calle Enmedio: Su nombre se debe por ser la calle ubicada en medio de las dos calles principales del núcleo urbano más antiguo, la calle Mayor y la calle de San Miguel. En esta calle también encontrarás fachadas típicas de la zona, de ladrillo rematadas en arquillos de estilo aragonés.
Calle cuevas de San Miguel: Puede considerarse una de las calles con las mejores vistas del pueblo y la Ribera de Navarra. En esta calle se ubicó la desaparecida ermita de San Miguel, construida en 1569, de la que hoy no quedan restos conocidos, aunque la imagen titular se conserva en la parroquia.
Murales sobre la historia local:
«Las tres culturas»: Ubicado en la calle Costeras y firmado por el artista urbano Xolaka. Protagonizado por unos ojos de una persona que oculta su rostro con velos, prenda utilizada por los miembros de las tres culturas (musulmana, judía y cristiana) que convivieron en armonía durante un tiempo. En el mural hay un guiño al pueblo judío para destacar la figura del ablitero más famoso de la época: Josef «el rico de Ablitas», así como a dos elementos encontrados en la villa romana que nos recuerda a otras culturas que precedieron en el tiempo.
«Las huellas de la historia»: Ubicado en la calle Chiquero y firmado por el artista urbano Xolaka. Muestra distintos elementos y yacimientos históricos de la localidad junto con los rasgos y arrugas de unos ancianos que muestran al espectador «las huellas de la historia».
«Productos de mi tierra»: Ubicado en un sendero que une la calle Cuevas de San Miguel con el Catillo. Realizado por voluntarias/os y dirigido por la artista Sol Aragón. Muestra un colorido collage de imágenes de algunas materias primas que se pueden obtener en Ablitas y los productos elaborados que se producen a partir de ellas.
«Oro líquido»: Ubicado en la carretera de Ablitas a Ribaforada, frente a la calle Las Rozas. Realizado por voluntarias/os y dirigido por la artista Sol Aragón. Muestra el proceso de recolección tradicional de las olivas para la obtención del producto más codiciado de Ablitas, el aceite. La estampa está representada sobre un fondo de una vista abstracta de Ablitas y el Moncayo.
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