¡ENHORABUENA! ¡HAS ENCONTRADO EL GEOCACHÉ DEL CASTILLO DE ABLITAS!
(haz clic en las imágenes para verlas a tamaño completo y poder descargarlas)
El Castillo de Ablitas, por sus funciones militares como baluarte defensivo del reino de Navarra, propiciado por su ubicación fronteriza con los reinos de Aragón y Castilla, fue considerado uno de los 8 castillos más importantes del reino.
Origen, evolución y declive
Durante muchos años se ha especulado con la posibilidad de que el castillo fuese de época califal. Sin embargo, los restos que se conservan son todos de época posterior. La noticia más antigua que se tiene acerca del castillo data de 1137, fecha en la que García Ramírez «el Restaurador», rey de Pamplona, después de recuperar Ablitas de una incursión aragonesa, le da en posesión la villa y su castillo a uno de sus barones, Gonzalo de Azagra.
El castillo sufre distintos ataques y reformas, siguiendo el curso de la historia de Navarra hasta que llegan los tiempos de paz y sus funciones militares caen en desuso. En ese momento, el viejo castillo se convierte en una cantera gratuita para sus vecinos, que utilizan sus piedras para la construcción de sus viviendas e incluso lápidas en el cementerio.
La torre del homenaje o torre mayor
Es el elemento más destacado del conjunto, siendo el símbolo de identidad local.
Debido al espesor de sus muros y teniendo en cuenta que era la torre mayor de una fortaleza situada en un lugar de relevancia estratégica, tenía varias alturas y servía también de atalaya.
La puerta principal original de la torre estaría en la primera planta y se accedería a ella por una escalera de madera que pudiera retirarse en caso de asedio mientras que en la planta inferior se ubicaba una estancia totalmente cerrada e impermeabilizada que se usaba de aljibe (depósito de agua).
La torre estuvo rematada por un cadalso de madera defensivo, que más tarde se eliminó a la vez que se fue rebajando su altura original.
Su aspecto actual corresponde a las obras acometidas en el año 2020 y que permitieron consolidar los restos y conservar la estancia original de la planta baja, una sala circular abovedada en la que destaca un gran pilar central.
La restauración de la torre se corresponde únicamente con lo que fue la base de la torre original, siguiendo el modelo del único lienzo de fachada que se conservaba en un lateral de la misma.
Otras galerías y estancias
En la planta inferior encontramos el patio de armas. Originalmente esta estancia estaría cubierta, ya que todavía se pueden apreciar las marcas de las vigas en la roca. A las plantas superiores a esta se accedería por una escalera de caracol excavada en la roca que aún se conserva y que presumiblemente culminaría en una torre menor del conjunto defensivo y que daría acceso al patio superior de la torre mayor.
El patio de armas también da acceso a los dos paseos de ronda y cuenta con otro aljibe de menor tamaño.
La estancia más destacable de las galerías inferiores sería la gran galería rupestre decorada con arcos de ladrillo.
Desde el interior de la galería se puede acceder a una pequeña habitación abovedada con ladrillo que sirvió de horno y molino.
Al fondo de la galería existe un orificio en su techo que conectaría mediante una escalera de madera la planta baja con el patio de la torre mayor y por el que los ballesteros que defendían el Castillo acudirían raudos a defender la torre.
OTRAS VISITAS DE INTERÉS EN LA ZONA
Placeta del Olmo: Pintoresca plazuela, de entramado totalmente árabe, perteneciente al núcleo más antiguo de la villa. En las calles aledañas podrás encontrar varias casas blasonadas. En la actualidad destaca por su decoración florida, donde un olmo nuevo preside la plaza sustituyendo al que un día le dio nombre. Es el lugar donde, una noche de verano, se celebran los encuentros poéticos, siendo esta celebración el motivo por el cual se pintaron los versos dedicados al olmo, de Antonio Machado, en una de sus fachadas.
Paseo del montecillo: Este paseo sigue la silueta sinuosa del monte y dispone de varios miradores en lugares estratégicos que ponen en valor las maravillosas vistas que hay desde la parte más alta de Ablitas, lo que le ha valido el apelativo de «el balcón de la Ribera».
Murales sobre la historia local:
«Las tres culturas»: Ubicado en la calle Costeras y firmado por el artista urbano Xolaka. Protagonizado por unos ojos de una persona que oculta su rostro con velos, prenda utilizada por los miembros de las tres culturas (musulmana, judía y cristiana) que convivieron en armonía durante un tiempo. En el mural hay un guiño al pueblo judío para destacar la figura del ablitero más famoso de la época: Josef «el rico de Ablitas», así como a dos elementos encontrados en la villa romana que nos recuerda a otras culturas que se precedieron en el tiempo.
«Las huellas de la historia»: Ubicado en la calle Chiquero y firmado por el artista urbano Xolaka. Muestra distintos elementos y yacimientos históricos de la localidad junto con los rasgos y arrugas de unos ancianos que muestran al espectador «las huellas de la historia».
«Productos de mi tierra»: Ubicado en un sendero que une la calle Cuevas de San Miguel con el Catillo. Realizado por voluntarias/os y dirigido por la artista Sol Aragón. Muestra un colorido collage de imágenes de algunas materias primas que se pueden obtener en Ablitas y los productos elaborados que se producen a partir de ellas.
«Oro líquido»: Ubicado en la carretera de Ablitas a Ribaforada, frente a la calle Las Rozas. Realizado por voluntarias/os y dirigido por la artista Sol Aragón. Muestra el proceso de recolección tradicional de las olivas para la obtención del producto más codiciado de Ablitas, el aceite. La estampa está representada sobre un fondo de una vista abstracta de Ablitas y el Moncayo.
ENLACES DE INTERÉS